lunes, 29 de junio de 2009


Las siete maravillas del mundo o también llamadas siete maravillas del mundo antiguo eran un conjunto de obras arquitectónicas que los helenos, especialmente los de la época helenística, consideraban dignas de ser visitadas; por ser para ellos como monumentos a la creación y el ingenio humano.


De todas ellas sólo una, la Gran Pirámide, permanece en pie pese a las intenciones presentes y pasadas de reconstruir algunas de ellas.

Jardines Colgantes de Babilonia.

Los Jardines Colgantes de Babilonia son considerados una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Fueron construídos en el siglo VI a. C. durante el reinado de Nabucodonosor II en esa ciudad a orillas del Éufrates (la Babel de los textos bíblicos).

Historia y Leyenda.

Hacia el año 600 a. C., Nabucodonosor II, rey de Caldea, quiso hacer a su esposa Amytis, hija del rey de los medos, un regalo que demostrara su amor por ella y le recordara las hermosas montañas de su tierra, tan diferentes de las grandes llanuras de Babilonia.
Según una leyenda, en cambio, los jardines habrían sido construidos en el siglo XI a. C. Por entonces reinaba en Babilonia Shammuramat, llamada Semíramis por los griegos, como regente de su hijo Adadnirari III. Fue una reina valiente, que conquistó la India y Egipto. Pero no resistió que su hijo conspirara para derrotarla, y terminó suicidándose.


Caracterìsticas.

Los jardines estaban situados junto al palacio del Rey, más precisamente al lado del río ,para que los viajeros los pudieran contemplar ya que el acceso estaba prohibido al pueblo. Desde la más alta de las terrazas se situaba un depósito de agua desde el cual corrían varios arroyuelos.



Los Jardines Colgantes de Babilonia probablemente no "colgaban" realmente en el sentido de estar suspendidos por cables o cuerdas. El nombre proviene de una traducción incorrecta de la palabra griega kremastos o del término en latín pensilis, que significa no justamente "colgar" pero si "sobresalir", como en el caso de una terraza o de un balcón.



El geógrafo griego Estrabón, quién describió los jardines en el siglo I a. C., escribió:


“Éste consta de terrazas abovedadas alzadas unas sobre otras, que descansan sobre pilares cúbicos. Éstas son ahuecadas y rellenas con tierra para permitir la plantación de árboles de gran tamaño. Los pilares, las bóvedas, y las terrazas están construidas con ladrillo cocido y asfalto.”

Las excavaciones arqueológicas más recientes en la antigua ciudad de Babilonia, en el actual territorio de Iraq destaparon el asentamiento del palacio. Otros hallazgos incluyen la construcción abovedada con paredes gruesas y una irrigación cerca del palacio meridional.

Un grupo de arqueólogos examinó el área meridional del palacio y reconstruyeron la construcción abovedada como los Jardines Colgantes. Sin embargo, el historiador griego Estrabón había indicado que los jardines estaban situados en el río Éufrates, mientras que la construcción abovedada esta alejada varios cientos de metros. Reconstruyeron el lugar del palacio y localizaron los Jardines en el área que se extendía del río al palacio.

En la orilla del río, las paredes recientemente descubiertas de 25 metros de espesor pudieran estar escalonadas en forma de terrazas, tal como las describen las referencias griegas. Sin embargo, hay pocas pruebas para cualquiera de estas teorías, pues no se menciona nada en los numerosos documentos babilónicos de la época.

Faro de Alejandrìa.



El faro de Alejandría fue una torre construida en el siglo III a. C. (entre los años 285 y 247 a. C.) en la isla de Faro en Alejandría, Egipto, para servir como punto de referencia del puerto y como faro. Con una altura estimada entre 115 y 150 metros (383 - 450 pies) fue una de las estructuras hechas por el hombre más altas por muchos siglos, y fue identificada como una de las Siete Maravillas del Mundo por Antípatro de Sidón.
Historia.
Fue construido por el arquitecto Sóstrato de Cnido por orden de Ptolomeo II en la isla de Faro (Pharos), frente a Alejandría. Consistía en una gigantesca torre sobre la que una hoguera nocturna marcaba la posición de la ciudad a los navegantes, dado que la costa en la zona del delta del Nilo es muy llana y se carecía, por tanto, de cualquier referencia para la navegación marítima.

Su altura alcanzaba los 134 metros y en su construcción se utilizaron grandes bloques de vidrio que fueron situados en los cimientos para evitar la erosión y aumentar la resistencia contra la fuerza del mar. El edificio, erigido sobre una plataforma de base cuadrada, era de forma octogonal y estaba construido con bloques de mármol ensamblados con plomo fundido. En la parte más alta un gran espejo metálico reflejaba la luz del sol durante el día, y por la noche proyectaba la luminosidad de una gran hoguera a una distancia de hasta cincuenta kilómetros.


Junto con la Gran Pirámide de Giza, el faro sobrevivió al resto de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Sin embargo, fue severamente dañado por los terremotos de 1303 y 1323 hasta el punto de que el viajero árabe Ibn Battuta escribió que le había sido imposible entrar en las ruinas.

Los restos desaparecieron en 1480 cuando el sultán de Egipto Qaitbey empleó los bloques pétreos de las ruinas para construir una fortaleza en el lugar.

Pharos dio origen a la palabra «faro» en la mayor parte de lenguas romances: castellano (faro), catalán (far), francés (phare), gallego (faro), italiano (faro), portugués (farol) y rumano (far).

miércoles, 24 de junio de 2009

Coloso de Rodas.

El Coloso de Rodas era una gigantesca estatua del dios griego Helios, erigida en la isla de Rodas, Grecia, en el siglo III a. C. por el escultor Cares de Lindos. Es considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

Todo lo que se conoce sobre esta estatua se debe a las noticias que nos han dejado los escritores antiguos Polibio Estrabón y Plinio, y a las crónicas bizantinas de Constantino VII Porfirogéneta, Miguel el Sirio y Filón.
Hecha con placas de bronce sobre un armazón de hierro, la estatua representaba al dios griego del sol, Helios. Su tamaño era de 32 metros de altura y su peso de 70 toneladas aproximadamente, dimensiones similares a las de la Estatua de la Libertad, ubicada en Nueva York, aunque descansaba sobre una plataforma menos elevada.

Historia.

En el año 305 a. C., Rodas, que en las luchas de los diádocos se había alineado con Ptolomeo I, fue invadida por un poderoso ejército dirigido por Demetrio Poliorcetes, hijo de Antígono I Monóftalmos.
Para apoderarse de la ciudad, Demetrio mandó construir varias torres de asedio con el fin de asaltar las murallas. La primera de estas torres fue montada en seis barcos. Este primer intento no dio resultado porque los barcos naufragaron en una tormenta antes de que la torre pudiera ser utilizada. Demetrio volvió a intentarlo con otra torre aún mayor construida sobre la tierra. Este tipo de arma de asedio era denominada helepolis. Ahora bien, los defensores rodios repelieron el ataque inundando el terreno ante los muros para que la helepolis no pudiera ser desplazada.
En el año 304 a. C. una flota enviada por Ptolomeo I, aliado de Rodas, hizo huir precipitadamente a Demetrio, quien abandonó la mayor parte de su armamento de asedio. A pesar de su fracaso frente a los muros de Rodas, Demetrio obtuvo el sobrenombre de Poliorcetes, "conquistador de ciudades" por sus éxitos militares.

Para celebrar su victoria, los rodios decidieron erigir una estatua gigantesca al dios Helios, protector de la ciudad. Su construcción fue encargada a Cares, nativo de la isla, que ya antes había realizado estatuas de gran tamaño. Su maestro, el célebre Lisipo, había esculpido una estatua de Zeus de 12 metros de altura.
56 años después de su construcción, en el año 223 a. C. un terremoto derribó la colosal obra. Los habitantes de Rodas decidieron dejar sus restos en el mismo lugar donde cayeron por seguir el designio de un oráculo. Y así quedaron los restos de la estatua por novecientos años aproximadamente, hasta que en el año 654 d. C. los musulmanes se apoderaron del bronce como botín en una de sus incursiones.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Coloso_de_Rodas

Mausoleo de Halicarnaso.



El mausoleo de Halicarnaso era una tumba monumental de mármol blanco, considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Fue construida en honor a Mausolo (en griego, Μαύσωλος – Maúsōlos), rey de Caria.
Según los historiadores, la vida de Mausolo no tiene nada destacable exceptuando la construcción de su tumba. El proyecto fue concebido por Artemisia II de Caria, su esposa y hermana. La construcción fue comenzado durante el reinado de Mausolo y fue terminado alrededor de 350 a.C., tres años después de la muerte de Mausolo y un año después del fallecimiento de Artemisia.

La construcción de esta monumental tumba fue encargada a los arquitectos Sátiros y Piteos, quienes construyeron una estructura rectangular de 30 por 40 m, sobre ella 117 columnas jónicas en dos hileras sosteniendo el techo en forma de pirámide escalonada, y sobre este último la estatua de una cuadriga con las efigies del rey y la reina, alcanzando en conjunto unos 50 m de altura. Para completar esta maravilla, los mejores escultores griegos de la época tallaron figuras y relieves en su estructura. El número total de estatuas ascendió a 444, aproximadamente. Culminaba con una estatua de un carro y cuatro caballos.

Soportó las invasiones y destrucción de la ciudad por parte de Alejandro Magno, los bárbaros y los árabes, pero, finalmente, fue destruido por un terremoto en el año 1404.

En 1522 los Caballeros de San Juan utilizaron los restos para la reparación del Castillo San Pedro de Halicarnaso. Durante esta época, se encontraron una serie de túneles, debajo de la construcción, que llevaban a los sarcófagos de los difuntos reyes. La tumba fue saqueada por ladrones y por eso hoy ya no quedan restos de ella.

La estatua superior y algún friso se salvó, hoy se puede admirar en el Museo Británico en Londres.

Estatua de Zeus en Olimpia.



La estatua de Zeus en Olimpia fue una escultura crisoelefantina elaborada por el famoso escultor clásico Fidias sobre el 432 a. C., en lo que actualmente se conoce como Olimpia, Grecia, y forma parte de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

La estatua ocupaba la totalidad del ancho del pasillo del templo construido para albergarla. De acuerdo con una fuente contemporánea medía aproximadamente doce metros de alto. Zeus fue esculpido en marfil (o modelado, pues en la realización el marfil se remojaba en un líquido que lo hacía más maleable).

Según Pausanias, Zeus aparecía sentado en un trono con el torso desnudo y el manto en torno a las piernas, llevaba la cabeza coronada de olivo y la mirada, dirigida hacia abajo le confería aspecto paternal. En la mano izquierda sostenía una Niké y en la derecha el cetro rematado por un águila; el manto estaba adornado de lirios y las sandalias eran de oro. El trono era en sí mismo una obra de arte, hecho a base de marfil, ébano, oro y piedras preciosas; el respaldo, los brazos, las patas y los travesaños entre ellas iban labrados y decorados con relieves posteriormente copiados y reproducidos por separado, como en el caso de la escultura Atenea Partenos. Especial repercusión tuvo el relieve con la matanza de los hijos de Níobe, esculpido en el travesaño de las patas delanteras del trono.


Al igual que había hecho en Atenas, para decorar el basamento de la estatua de Zeus elige Fidias el tema del nacimiento de una divinidad, en este caso Afrodita, y lo trata de nuevo como un acontecimiento de orden cósmico presenciado por dioses olímpicos y divinidades astrales. Pausanias dice que se veía a Afrodita, que emergía del mar y era acogida por Eros.


Las únicas reproducciones conocidas del Zeus de Olimpia nos las dan las monedas, más bien medallas conmemorativas, acuñadas en Elis en época de Adriano, en una de cuyas caras aparece Zeus entronizado y en la otra el detalle de la cabeza. Pese a la representación de perfil y al formato reducido, los aspectos esenciales coinciden con la descripción de Pausanias, de donde viene el interés especial de la reproducción de la cabeza con su noble porte y su peinado de rizos que cuelgan a ambos lados.


Según las fuentes literarias más confiables, el aspecto más deslumbrante del Zeus de Olimpia era el religioso, pues, como resume Quintiliano, Fidias había logrado añadir algo nuevo a la religión tradicional ya que, hasta entonces, cada cual había tenido una idea de Zeus hasta que Fidias fijó la idea de lo que el dios debiera ser.

Templo Artemisa.

El Templo de Artemisa fue un templo ubicado en la ciudad de Éfeso, Turquía, dedicado a la diosa Artemisa, denominada Diana por los romanos. Su construcción fue comenzada por el rey Creso de Lidia y duró unos 120 años.
De grandes dimensiones y hermosa arquitectura, era considerada una de las siete maravillas del mundo, tal como lo describió Antípatro de Sidón, quien elaboró la famosa lista:



"He posado mis ojos sobre la muralla de la dulce Babilonia, que es una calzada para carruajes, y la estatua de Zeus de los alfeos, y los jardines colgantes, y el Coloso del Sol, y la enorme obra de las altas Pirámides, y la vasta tumba de Mausolo; pero cuando vi la casa de Artemisa, allí encaramada en las nubes, esos otros mármoles perdieron su brillo, y dije: aparte de desde el Olimpo, el Sol nunca pareció jamás tan grande"


Antípatro de Sidón Antología Griega (IX.58)



El templo estaba compuesto por numerosos edificios, que los arqueólogos denominaron con letras sucesivas. El edificio más antiguo e importante era el D. El Templo de Artemisa fue destruido por un incendio en el año 356 a. C.




Ubicación.

El templo de Artemisa se encontraba en la antigua ciudad de Éfeso, a unos 50 km al sur de la moderna ciudad portuaria de Izmir, en Turquía, en el valle a los pies de Ayasoluk.

Historia.

El lugar sagrado de Éfeso era mucho más antiguo que el templo. El geógrafo Pausanias afirmó que existía muchos años antes de la inmigración Jonia y que era, incluso, más antiguo que el culto al Oráculo de Apolo en Dídima. Los anteriores habitantes de la ciudad eran legeles y lidios.

El lugar en el que se fundó el santuario de Artemisa había sido ya objeto de veneración por las poblaciones locales que practicaban allí el culto a la Gran Madre o Cibeles, culto al que después se asimiló el de Artemisa.

Las excavaciones de la Escuela Británica permiten seguir las fases principales de la evolución arquitectónica del conjunto.

La gran abundancia de exvotos, desde el siglo VIII a. C., demuestra un lugar de culto. El edificio más antiguo que corresponde a la primera fase, se trata de un altar, al que siguió la construcción de algunos templos de pequeñas dimensiones (naískois). De éstos, el que precede al templo arcaico fue levantado hacia el 600 a. C. Medía 14 x 28 m y estaba rodeado por un muro de cierre.

La construcción del edificio requirió muchísimo tiempo. Plinio el Viejo y Vitruvio afirman que los trabajos prosiguieron durante 120 años. y que fueron varios los arquitectos que los dirigieron. La primera construcción del templo data del siglo VIII a. C., y fue destruido por los cimerios.

El templo fue diseñado por el arquitecto griego Quersifrón, de la ciudad cretense de Cnosos y construido alrededor del año 550 a. C. a expensas de Creso, el poderoso rey de Lidia. Fue terminado por Metágenes, hijo de Quersifrón, con ayuda de Teodoro, el arquitecto del Hereo de Samos. Se eligió un terreno rocoso como precaución frente a terremotos, según Plinio el Viejo. El templo se convirtió en atracción turística, visitado por mercaderes, reyes y viajeros, que pagaban tributo a Artemisa en forma de joyas y otros bienes. Su esplendor también atrajo adoradores que formaron el culto de Artemisa.

El templo era respetado como lugar de refugio, tradición que se trasladó al mito con las amazonas que se refugiaron allí tanto de Hércules como de Dioniso.

El templo de Éfeso fue destruido por un incendio provocado por Eróstrato el 21 de julio del año 356 a. C., la noche que, se dice, nació Alejandro Magno. Según la historia, su único fin fue lograr fama a cualquier precio.

"Se descubrió que un hombre había planeado incendiar el templo de Diana en Éfeso, de tal modo que por la destrucción del más bello de los edificios, su nombre sería conocido en el mundo entero"
Valerio Máximo.

Los efesios, ultrajados, intentaron que su nombre nunca fuera recordado. Sin embargo, éste ha llegado a través de Estrabón.
Alejandro Magno nació la noche en la que el templo ardía. Plutarco sentenció que Artemisa estaba demasiado preocupada por este hecho como para salvar su propio templo en llamas. Más tarde, Alejandro ofrecería a los efesios costear su reconstrucción, a lo que aquellos se negaron. Sin embargo, el templo fue restaurado tras su muerte, en el año 323 a. C. La reconstrucción del templo es atribuida por algunos autores al rodio (o según otros, macedonio) Dinócrates, el que realizó las mediciones para la fundación de la ciudad de Alejandría, en Egipto.

Sin embargo, esta reconstrucción sería arrasada por los Godos en el 262, en tiempos del emperador Galieno.

"Respa, Veduc y Thuruar, líderes de los godos, embarcaron y navegaron a través del Helesponto hacia Asia. Allí arrasaron varias populosas ciudades y prendieron fuego al renovado templo de Diana en Éfeso"
Jordanes en Getica (xx.107)

A lo largo de los dos siglos siguientes la mayoría de los efesios se convirtieron al cristianismo y el antiguo templo perdió su interés religioso. Los cristianos derribaron los restos del edificio y reutilizaron los materiales para otras construcciones.

El lugar del templo fue redescubierto en 1869 por una expedición del Museo Británico. Aún pueden verse varias esculturas y artefactos, aunque de la séptima maravilla del mundo solo queda en pie una columna.


Culto e influencia.

El templo de Artemisa se encontraba en una próspera región, que cruzaban viajeros y mercaderes de toda Asia Menor. Fue influenciado por varias creencias, y era un símbolo de fe para mucha gente. Los efesios adoraban a Cibeles, e incorporaron gran parte de sus creencias al culto de Artemisa. El duo Artemisa-Cibeles distaba mucho de su equivalente romano Diana.

El culto de Artemisa atrajo miles de adoradores de todas partes del mundo conocido.

Fuente:http://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Artemisa_(%C3%89feso




martes, 23 de junio de 2009

La gran Pirámide de Giza.



La Gran pirámide de Giza es, de las Siete maravillas del mundo, la más antigua y la única que aún perdura, siendo además la mayor de las pirámides. Construida por el faraón de la cuarta dinastía del Antiguo Egipto, Jufu (también conocido por su nombre griego Keops). El arquitecto de dicha obra fue Hemiunu.
La fecha estimada de terminación de la construcción de la Gran Pirámide es alrededor de 2570 a. C., siendo la primera y mayor de las tres grandes pirámides de la Necrópolis de Giza, situada en las afueras de El Cairo, en Egipto. Fue el edificio más alto hasta el siglo XIV (siendo superado por el chapitel de la Catedral de Lincoln, en Inglaterra ) y el edificio de piedra más alto del mundo hasta bien entrado el siglo XIX, siendo entonces superado por la aguja de San Nikolai, en Hamburgo.






La Pirámide.


Erigida con unos 2.300.000 bloques de piedra cuyo peso medio es de dos toneladas por bloque, llegando a pesar algunos de ellos hasta las sesenta toneladas, y originalmente recubierta por unos 27.000 bloques de piedra caliza blanca, pulidos, de varias toneladas cada uno, mantuvo este aspecto hasta principios del siglo XIV, cuando un terremoto desprendió parte del revestimiento calizo. Posteriormente, los turcos otomanos utilizaron dicho revestimiento para la construcción de diversas edificaciones en El Cairo, como la mezquita de Hassán.


El interior de la pirámide.

Gran pirámide de Giza
La pirámide se compone de tres cámaras principales, dos situadas en el interior de la pirámide, actualmente denominadas Cámara del Rey y Cámara de la Reina, y una en el subsuelo, la Cámara subterránea.
A las cámaras se accedía desde el lado norte, por un pasaje descendente, obstruido al final por grandes bloques de granito, que comunicaba con dos pasadizos, uno ascendente, que desemboca en la Gran Galería, y otro descendente, que llega hasta la Cámara subterránea.

La Gran Galería.

La Gran Galería es un gran pasaje ascendente de unos 47 metros de longitud y ocho metros de altura. Las paredes de la Gran Galería son planas hasta una altura de dos metros y, a partir de ahí, escalonadas, conformando una bóveda por aproximación de las hiladas.


La Cámara del Rey.

La Cámara del Rey está conformada por losas de granito y es de planta rectangular, paredes y techo lisos, sin decoración, y únicamente contiene un sarcófago vacío de granito, sin inscripciones, depositado allí durante la construcción de la pirámide, puesto que es más ancho que los pasadizos; sobre el techo se encuentran las llamadas cámaras de descarga, y la más alta dispone su techo con grandes bloques inclinados, a dos aguas, para desviar la gran presión que ejercen los bloques superiores de la pirámide, evitando que todo el peso descargue sobre la cámara real. Se accede a ella por un pasaje horizontal que parte del final de la Gran Galería.

La Cámara de la Reina.

La Cámara de la Reina, denominada así por los árabes, aunque según Mark Lehner y la egiptología tradicional, no se destinó a la esposa del rey sino a una estatua Ka del mismo (Serdab, habitáculo destinado a contener la representación espiritual del difunto: estatua Ka), está situada casi en el eje de la pirámide; tiene acceso mediante un pasaje horizontal, que comunica con la zona inferior de la Gran Galería, inicialmente oculto por las losas del pavimento. Es de planta rectangular, paredes lisas, sin decoración, con un nicho, y techo inclinado, a dos aguas.

La cámara subterránea.

La cámara subterránea, excavada en el subsuelo, es de planta rectangular, con suelo irregular, paredes y techo planos; contiene dos habitáculos, a modo de sarcófagos, un pozo y una pequeña galería. Se accede a ella por un pasaje descendente, que es prolongación del primer pasillo de la pirámide. También esta comunicado con la Gran Galería mediante un angosto túnel, casi vertical, perforado en los bloques.

Los canales de ventilación.
Los canales de ventilación: de cada cámara real parten dos angostos conductos inclinados, en las paredes norte y sur, llamados canales de ventilación, pues ese es su uso actual, ventilar mediante impulsores eléctricos; se desconoce su función original pues los de la Cámara de la Reina no comunicaban con el interior en su último tramo, ya que estaban tapados por las grandes losas graníticas del revestimiento de los muros. Los de la Cámara Rey fueron descubiertos por R. Howard Vyse, y los de la Cámara de la Reina por W. Dixon.


Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Pir%C3%A1mide_de_Giza